Los alumnos sacan la voz en el debate público. Están motivados, se atreven y anhelan transformar la sociedad. Para ello se organizan y participan en diversas iniciativas que les permitan defender sus causas.
El liderazgo, en definición de los propios jóvenes, es un comportamiento o una actitud capaz de crear impacto positivo en su entorno. Ellos quieren desarrollarse personal, social y profesionalmente para ponerse al servicio de la comunidad. Y lo hacen de las más diversas formas.
Una de ellas es el cuidado y protección del medioambiente. Lukas Mayenberger, alumno de Ingeniería Comercial y del magíster de continuidad en Marketing, conformó este año el equipo EcoCampus UANDES, con el objetivo de promover la preocupación por la sustentabilidad ambiental en la comunidad universitaria, a través de acciones concretas.
“Es gratificante ver cómo funcionarios, alumni y estudiantes se conocen y trabajan en torno a un propósito: el cuidado de nuestro planeta, nuestra casa común”, asegura. El proyecto cuenta hoy con seis coordinadores de distintas carreras y más de 60 voluntarios, que organizan talleres, charlas y salidas a limpiar playas, cerros y parques.
La fuerza estudiantil también se evidencia en actividades como el torneo interescolar e interuniversitario Challengers, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, cuyo objetivo es invitar a los estudiantes a resolver un caso de marketing de alto impacto social o implicarlos en proyectos sociales y de emprendimiento. “Me dejó muy motivado a seguir involucrando a jóvenes en la sociedad de manera colaborativa, innovadora e interdisciplinaria”, explica Juan Francisco Novoa, uno de sus fundadores y hoy egresado de Ingeniería Comercial.
“Estoy seguro de que las organizaciones están entendiendo que los jóvenes, muchas veces, tienen respuestas y soluciones más efectivas para las decisiones difíciles. Tenemos mucho por aportar, estamos llamados a mejorar las cosas y a tomar protagonismo”, recalca. Y eso se deja ver en los más de 1.500 estudiantes y más de 100 instituciones educacionales del país que participaron en esta iniciativa el año pasado.
LA VOZ FEMENINA
Las mujeres siempre han marcado presencia en la UANDES y hace un año decidieron reunirse en el Directorio de Universitarias Líderes, proyecto que busca fortalecer su capacidad de liderazgo a través de formación personal y social. “Como jóvenes queremos responder a los problemas culturales, morales y políticos que se presentan hoy. Buscamos dar nuestra opinión y ser agentes de cambio en la sociedad y en los ambientes en que nos desenvolvemos”, explica Ana Peláez, alumna de Pedagogía Básica e integrante del Directorio.
“El rol de la mujer ha ido cambiando, por lo que la reconocemos con sus cualidades y habilidades, promoviendo ciertas virtudes propias de la mujer y contribuyendo a que las alumnas sean un aporte desde sus conocimientos profesionales”, agrega Cristal Aguayo, su compañera de Pedagogía en Historia. “Buscamos potenciar los talentos de cada una para que en un futuro sean agentes de cambio”, complementa la profesora María Ignacia Moreno, una de las impulsoras de esta iniciativa. “Creo que la participación de la mujer tiene una connotación muy valiosa y el liderazgo femenino tiene mucho que entregar”.
Testimonio evidente de ello es la presidencia de la Federación de Estudiantes FEUANDES, que nuevamente recae en una mujer, la futura abogada Valentina Guerrero. Coincidentemente, fue ella quien, por primera vez durante un período completo, tuvo la oportunidad de ejercer el derecho a voz en el Consejo Superior, uno de los órganos de gobierno universitario. Porque de acuerdo a los nuevos estatutos de la Universidad, el Presidente de la Federación o su representante está invitado a opinar respecto de las propuestas para la buena marcha o la mejora de las actividades de la institución.
Otra mujer, la alumna de Derecho Josefa Campero, lidera la Defensoría, comisión de la FEUANDES a la que recurren sus compañeros para solucionar dificultades de variada índole al interior del campus, incluidas las relacionadas con el protocolo de acoso o abuso sexual, publicado por la Vicerrectoría de Alumnos y Alumni, en conversación con los propios estudiantes.
Y el movimiento feminista, que irrumpió en las universidades chilenas este año, tomó forma en el Frente Feminista UANDES, integrado por un grupo de estudiantes que apoyan esta iniciativa.
DEBATE PÚBLICO
Los movimientos estudiantiles también se han diversificado y consolidado, como lo demuestran Crea, Juntos Podemos, Alternativa Libertad, Colectivo Conciencia, Izquierda Autónoma, Revolución Democrática o Avanza. Este último fue el que consolidó el ingreso de la FEUANDES a la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), mientras que Crea se sumó a la “Plataforma Estudiantil Disidente”, evidenciando el debate público que se vive al interior del campus.
Vicente Bruna, presidente de Crea, comenta que los jóvenes están “sacando la voz”, “porque como la vida es tan dinámica, existe una necesidad que nos mueve a participar cada vez más para adaptar las necesidades que tenemos”.
“De ahí la importancia de fomentar cualidades y habilidades de liderazgo en las nuevas generaciones, para que puedan enfrentarse a los desafíos del mundo globalizado”, señala el coordinador de la Escuela de Liderazgo, Eduardo Hodge. Él ha sido testigo del interés de los estudiantes por influir en su entorno de una manera reflexiva, mediante los talleres sobre política ciudadana, derechos humanos o habilidades comunicacionales, que organiza cada semestre Vida Universitaria.
“Comenzamos con una participación de alrededor de 80 alumnos, en 2016 alcanzamos los 400 y durante 2017 superamos los 500”, afirma. “Estas actividades potencian sus destrezas profesionales y los transforman en líderes, que no olvidarán la importancia del bien común”, agrega, porque “la sociedad requiere de personas preparadas, inspiradoras y con capacidad de decisión e innovación”.