El éxito logrado por el Plan de Mejoramiento Institucional en Innovación, o PMI en Innovación, fue la plataforma que impulsó una renovada cultura en investigación aplicada y transferencia tecnológica que se proyecta al futuro.
En 2013, la Universidad se adjudicó un Plan de Mejoramiento Institucional (PMI), en el marco de la segunda versión de los Convenios de Desempeño para la Innovación con el Ministerio de Educación. El Estado aportó $2.500 millones para cuatro años de investigación, desarrollo e innovación, que integró a las facultades de Medicina, Odontología e Ingeniería y Ciencias Aplicadas, en colaboración con el ESE Business School y la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, con el objetivo de generar cambios significativos en tres pilares: docencia, investigación y transferencia tecnológica. ¿La misión? Impactar a la sociedad con tecnologías de innovación basada en ciencia, específicamente, de biomarcadores, ingeniería y terapia celular.
“Creo que se planteó una muy buena propuesta, bien definida y con focos exigentes. El equipo que la elaboró se propuso metas que generaron un cambio significativo en el ecosistema de la Universidad, y eso el Gobierno lo apreció. Fuimos el mejor PMI evaluado a nivel nacional”, explica Anil Sadarangani, entonces director del PMI y actual director de Innovación, respecto a la adjudicación de este concurso público. “Sin duda, el aporte del Mineduc fue relevante para las investigaciones que ya estaba realizando la Universidad, porque nos permitió dar un salto relevante y acelerar los procesos que estábamos llevando a cabo”, agrega.
Resultados sobresalientes
Una mayor vinculación con la comunidad universitaria fue uno de los éxitos obtenidos en el pilar de docencia, por ejemplo, a través de la creación del primer Minor de Innovación a nivel nacional, en el que han participado 250 alumnos de pregrado de distintas carreras. Como parte de su formación, destaca el desarrollo de proyectos, con el objetivo de pensar más allá de sus áreas de conocimiento y abrirse a la posibilidad de una solución en conjunto, que involucra a varias disciplinas. En el ámbito del postgrado, se formó el Magíster de Investigación e Innovación en Ciencias de la Odontología, pionero en el país, cuyo enfoque es la formación de investigadores capaces de plantear, planificar, desarrollar e interpretar los resultados y publicar una investigación en esta área. Su sello está en el trabajo en equipo y la estimulación de la capacidad innovadora y creativa, el quehacer de laboratorio y el conocimiento relacionado con epidemiología avanzada y bioestadística.
En el pilar de investigación, se fortalecieron tres núcleos: biomarcadores, biomateriales y dispositivos médicos. Estos consiguieron resultados de alto impacto y fueron protegidos mediante patentes. De hecho, para fortalecer la cultura de la innovación, se incrementó el esfuerzo para que los investigadores tuvieran mejores conocimientos respecto de la generación de patentes y propiedad intelectual, además de incentivarlos a que se atrevieran, a partir de sus resultados científicos, a desarrollar productos o servicios de interés para la sociedad y que, al mismo tiempo, generen un cambio positivo en la calidad de vida de las personas. A ello se suma la implementación del laboratorio de cultivo celular y la creación del Centro de Bioingeniería, que fue concebido para escalar y validar los desarrollos de los laboratorios de Ingeniería a escala industrial.
En cuanto a la transferencia tecnológica, el tercer foco del plan, fue posible consolidar el equipo de trabajo y los procedimientos de la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTL), que fue reconocida a nivel nacional por su gestión en los años 2016 y 2017. Este reconocimiento se basa en las tecnologías licenciadas, la generación de spin-off, el levantamiento de capital privado y el aumento de los contratos relacionados con el know how de la Dirección de Innovación en esta materia.
“En estos cuatros años que duró el financiamiento, la Universidad logró elevar el estándar institucional, consolidándose como un actor importante para el ecosistema nacional”, enfatiza Anil Sadarangani. Asimismo, provocó un cambio cultural interno, que ayudó a que la innovación se definiera como uno de los focos estratégicos hacia 2021. “Este tema ha sido muy relevante para la Universidad, y tanto las escuelas como las facultades han estado trabajando en ello. La idea ahora es llegar de mejor manera a los alumnos”.
Si bien el PMI llegó a su fin, en cuanto al financiamiento original, los proyectos continúan. “La misión es persistir con lo conquistado hasta ahora y mejorarlo. La tarea de la Universidad es seguir impulsando y desarrollando la investigación aplicada, para lograr introducir las tecnologías UANDES en el mercado, generar impacto y seguir contribuyendo a la sociedad”, concluye el director de Innovación. Por lo mismo, no duda en que si hubiera un PMI 2.0, volvería a postular.
Tecnologías
A la fecha, se han desarrollado más de 60 tecnologías relacionadas con Biomedicina, Odontología, Ingeniería y Educación.
Pregnostica
Nuevo spin-off dedicado al diagnóstico temprano de patologías del embarazo.
Rano kure
Terapia celular que utiliza células
madre para regenerar la pulpa dental
y devolverle la vitalidad a los dientes.
GELX
Biomaterial obtenido a partir de los desechos de la industria salmonera, para diversas aplicaciones, como tratamiento de heridas y preservación de alimentos.
Bio Floss
Seda dental con nano partículas de cobre, para prevenir gingivitis, periodontitis o caries.
DFK
Kit de extracción de ADN a partir de piezas dentales, que permite identificar restos humanos.
Biopurificador de aire
Dispositivo para remover compuestos orgánicos volátiles nocivos en espacios cerrados.
Radar
Proyecto que permite detectar adolescentes en riesgo suicida.