A formar profesionales integrales y de excelencia se orientan los esfuerzos universitarios, más allá de la docencia y de la sala de clases.
Desde sus inicios, el objetivo de la Universidad ha sido formar personas que destaquen en el ejercicio profesional por su competencia técnica y cultural, centradas en las necesidades del ser humano y con un comportamiento ético. Este propósito se materializa a través del Modelo Educativo, que garantiza la entrega de los contenidos fundamentales de cada disciplina y el desarrollo de habilidades, mediante metodologías innovadoras, estimulando el diálogo y la reflexión, fomentando el pensamiento creativo y crítico, las actitudes colaborativas y las destrezas profesionales.
Su manifestación principal es el perfil de egreso, que describe el desempeño esperado de los titulados, expresado en conocimientos, aptitudes y valores. “Hoy, con la masificación y diferenciación de la educación superior, es importante, por un lado, cumplir con nuestro Modelo Educativo y, por otro, tenemos una responsabilidad de responderle al país y a la sociedad de lo que estamos formando”, explica Flavia Garbin, directora de Currículo.
Es por ello que su unidad apoya el funcionamiento del Comité Curricular Permanente de cada carrera, cuya función es implementar, hacer seguimiento y proponer mejoras al plan de estudios, para asegurar que los alumnos sean los protagonistas de su propio aprendizaje y que se logre el perfil de egreso de la carrera.
Acompañamiento personalizado
Otro pilar fundamental del Modelo Educativo es la atención personalizada que reciben los alumnos, y la Dirección de Apoyo Académico busca promover y asegurar que dicho objetivo se alcance. A través de programas dirigidos a ayudar y acompañar a los alumnos en su vida universitaria, facilita su proceso de aprendizaje, progresión académica y egreso oportuno. “En la Universidad ningún alumno se puede sentir solo. Todos tienen la posibilidad de acceder a los apoyos académicos que requieran”, explica Jane Gibson, directora de esta unidad, que ofrece nueve programas:
Escuela de ayudantes: Forma a los ayudantes en materias específicas para que realicen con eficacia su tarea.
Instructores pares: Modelo basado en la enseñanza entre alumnos, orientado a apoyarlos en las asignaturas críticas de las diversas carreras.
Centro de escritura: Un especialista enseña al estudiante a adecuar su escritura a diversos géneros académicos (ensayo, artículo, tesis, etc.), además de mejorar su redacción, ortografía y técnicas de citación.
Mentoring: Egresados orientan personalmente a estudiantes de últimos años, sobre las distintas áreas de su carrera y sus desafíos profesionales, para que puedan tomar mejores decisiones sobre su futuro laboral.
Atención psicoeducativa: Impartida por una psicóloga, favorece el proceso de aprendizaje con un enfoque integral y adecuado a las características individuales. A través de sesiones personalizadas, los alumnos aprenden estrategias para mejorar sus procesos cognitivos y su rendimiento académico.
Unidad de inclusión: A cargo de una terapeuta educacional, desarrolla estrategias destinadas a promover la inclusión de alumnos con necesidades educativas especiales, como consecuencia de alguna condición motora o sensorial.
Orientación vocacional: Su fin es resolver dudas vocacionales y apoyar el proceso de elección de carrera para que el alumno tome una decisión informada.
Programa de reforzamiento: Talleres de verano orientados a apoyar a los estudiantes que lo requieran, en las asignaturas con alto índice de reprobación.
Asesoramiento universitario: Consiste en el acompañamiento personalizado que brinda un profesor, o un estudiante mayor, a un alumno en su proceso de formación universitaria.