Dado que el valor de la centralidad en la persona aplica a toda la comunidad universitaria, existe la voluntad de fortalecer los conocimientos y habilidades, profesionales y personales, no solo de quienes estudian, sino también de quienes trabajan en el campus.

El hombre es un ser abierto a aprender, con la necesidad de crecer y adquirir nuevos conocimientos que mejoren su servicio a los demás”, explica Miguel Figueroa, director de Personas. “Por medio de diferentes iniciativas, procuramos entonces desarrollar la formación de todos los que trabajan en nuestra Universidad”, agrega sobre la permanente labor que realiza su equipo para acompañar a quienes ejercen labores administrativas en esta casa de estudios.

Ejemplo de ello es el Plan de Formación y Capacitación, que ha experimentado un gran desarrollo en el último tiempo. Si en 2016 entregó 8.000 horas de capacitación a 240 personas, solo en el primer semestre de 2018 ya son 8.800 horas de capacitación que han beneficiado a 330 personas.

Este Plan centra sus acciones en tres ámbitos. Uno es la formación de líderes, con el objetivo de que la persona crezca en virtud, mediante, por ejemplo, el Seminario Anual de Directivos. El último se desarrolló en enero en el ESE Business School, con el foco en tres grandes temas: Liderazgo y trabajo colaborativo, Gestión de la innovación y Ética organizacional.

Otro corresponde al desarrollo profesional, con el objetivo de aumentar la autonomía, flexibilidad e iniciativa de cada persona. Aquí se ofrecen cursos de competencias directivas o del programa Activa tu Talento. Y otro se aboca a la capacitación técnica, para mejorar el desempeño de quienes trabajan en la Universidad con conocimientos específicos del cargo, como las plataformas de gestión universitaria.

El valor del servicio

Este plan de formación y capacitación está alineado con los valores institucionales de centralidad en la persona, trabajo bien hecho y espíritu de servir a los demás por medio del trabajo. Por lo mismo, la Dirección de Cultura Corporativa, apoyada por el Centro de Excelencia en el Servicio (CES), aplica anualmente una encuesta de satisfacción, que este año incorporó el Índice de Calidad en el Servicio (ICS) para conceptualizar qué entendemos por una cultura de servicio eficaz, eficiente y sostenible en el tiempo.

Esta medición se realiza sobre la base de tres atributos: coordinación y trabajo en equipo, conocimiento de las necesidades del otro y ejercicio del rol de experto. El objetivo es hacer del valor “espíritu de servicio” un proceso de mejora continua en el campus, pues lo que se busca es medir la calidad de la asistencia profesional, para poder ir mejorando este índice, que engloba el trabajo bien hecho y la centralidad de la persona.