CellistemOA es una novedosa terapia celular para tratar la osteoartritis, que permite disminuir el dolor en 80% y mejorar sustancialmente la función articular.

Mucho dolor, rigidez articular y deformidad ósea son los principales síntomas de la artrosis u osteoartritis (OA), enfermedad originada por una lesión del cartílago articular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile ocupa el tercer lugar de Latinoamérica con más personas que sufren de esta patología.

“La artrosis es muy invalidante. Está comprobado que parte del gasto sanitario de esta enfermedad se relaciona con la pérdida de días de trabajo y el retiro precoz de la actividad”, comenta el Dr. Francisco Espinoza, director médico de Cells for Cells y reumatólogo de la Clínica Universidad de los Andes.

Con el objetivo de encontrar una nueva opción terapéutica para esta patología, Cells for Cells desarrolló Cellistem®OA, una terapia celular alogénica (un donante para múltiples pacientes receptores), que permite disminuir el dolor en 80% y mejorar sustancialmente la función articular, en comparación con la terapia tradicional, de acuerdo a los controles de seguimiento realizados a los seis y a los 12 meses. “Actualmente hemos tratado más de 100 pacientes con artrosis de rodilla, cadera, tobillo y muñeca, con excelentes resultados”, recalca el doctor Espinoza.

RUBÉN SILVA

Campeón sudamericano de esgrima

“Sin este tratamiento, me hubiera retirado”

Este deportista de alto rendimiento comenzó a sufrir dolores esporádicos en su muñeca hace cuatros años y cuando las molestias empezaron a aumentar, fue diagnosticado con un desgaste inicial de la muñeca, específicamente, con una lesión osteocondral radiocarpiana y una artrosis del área cubital-distal. En 2015, durante un viaje a Estados Unidos, el dolor le impidió competir. Finalmente, y considerando que se trataba de una lesión irreversible, con molestias que seguían aumentando y que ya tenía 30 años de edad, Rubén pensó en retirarse.

Fue entonces que decidió someterse a una terapia celular que le habían recomendado. Como buen médico, se informó y, sin dudarlo, se puso en las manos del doctor Sebastián von Unger, traumatólogo de la Clínica Universidad de los Andes. “Las molestias comenzaron a disminuir lenta pero progresivamente, lo que me permitió volver a entrenar y lograr resultados que antes no había conseguido”, enfatiza Rubén. “Ahora soy campeón sudamericano y probablemente, sin este tratamiento, me hubiera retirado sin poder percibir este logro”.

PAOLA INOSTROZA

Secretaria de gerencia

Paola sufre de una severa artrosis bilateral en sus rodillas desde hace 15 años. “En 2016 tenía orden de cirugía y me iban a poner prótesis”, cuenta la ejecutiva. Debido al temor de ingresar a pabellón, consultó una segunda opinión, pero su destino fue el mismo: cirugía. La única diferencia fue que el médico le recomendó postergar lo más posible la intervención, pues corría el riesgo de que el organismo rechazara la prótesis y su duración fuera limitada.

“El desgate del cartílago era tan grande, que sufría de bastante dolor, rigidez y poca funcionalidad. No podía hacer mis actividades de manera normal, incluso, pasé años sin usar tacos”, recuerda.

Finalmente, optó por la terapia celular y en enero pasado le infiltraron la rodilla izquierda. “Sentí la mejoría, disminuyó el dolor. Ahora puedo subir las escaleras de mi casa y volví a usar tacos, estoy muy contenta”, asegura. “Continuaré con la segunda infiltración”.

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