Los tiempos han cambiado y con ello la manera de educar. La relevancia de la innovación metodológica se ha institucionalizado, con el objetivo de que el alumno adquiera cada vez más protagonismo en su proceso de aprendizaje, bajo la dedicada guía del profesor.
La sociedad de la información ha impulsado la evolución del modelo tradicional de enseñanza, que hace 300 años posicionaba al profesor delante de sus alumnos para transmitirles sus conocimientos. Hoy ese conocimiento es fácilmente accesible, por lo que el valor de la educación está en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Acompañar a los docentes en la incorporación de nuevas metodologías para lograrlo es el objetivo que ha asumido el Centro de Innovación Docente (CID), desde marzo de 2016. “El CID busca crear una cultura en la cual la docencia no esté centrada en el contenido, sino en el alumno y en su proceso de aprendizaje. Este cambio no es fácil, requiere saber, informarse y estar al tanto de las tendencias mundiales”, explica el director de Desarrollo Docente, Juan Nagel.
La finalidad del CID es actuar como un centro de apoyo, de acompañamiento y de promoción de la innovación docente en la Universidad. “Se trata de uno de los focos de la Planificación Estratégica Institucional (PEI), por lo tanto, es fundamental mirar la docencia como algo que queremos mejorar desde el punto de vista académico, basado en evidencias, y saber cómo lo hacen afuera”, añade el profesor investigador. Por lo mismo, el CID está enfocado en medir el impacto de este proceso, para conocer cómo estamos avanzando.
Asimismo, hay conciencia sobre el tiempo que requieren los procesos de cambio como este. “No es llegar e imponer un modelo educativo, en ese sentido somos respetuosos y nos adaptamos a las necesidades de cada académico, pero teniendo en cuenta que la Universidad tiene un interés institucional respecto de la docencia innovadora”. Entonces, para que este cambio sea real, el CID trabaja de manera muy estrecha con los docentes de las diferentes escuelas y facultades. “Estamos constantemente realizando capacitaciones, los ayudamos a rediseñar sus programas, les otorgamos las mejores herramientas tecnológicas y pedagógicas para hacerlo, así como nuevas formas de evaluar a sus alumnos. El cambio es progresivo, sin embargo, el sistema es amigable, ágil y ocupa poco tiempo”.
Juan Nagel, director de Desarrollo Docente y del CID.
Tendencia mundial
Con el objetivo de incentivar y apoyar a los académicos, el CID realiza un concurso anual de pasantías en el exterior. “Enviamos a profesores a ver buena docencia. Ya han ido ocho a España, Estados Unidos y Canadá”, explica el director.
A su vez, para estar actualizado, él mismo se mantiene en contacto con instituciones que están a la vanguardia en innovación metodológica, como la Nanyang Technological University de Singapur, hasta donde viajó para conocer en vivo y en directo su forma de trabajo.
“Las salas de clases son en grupo, es decir, los estudiantes están sentados en mesas redondas, no hay nadie solo, ni siquiera el profesor, porque la mejor docencia es la que hace que el alumno haga cosas”, asegura Nagel, quien también visitó las universidades de Washington y Harvard, en Estados Unidos. Todas tenían la misma estructura de sala de clases, lo que evidencia que el cambio está sucediendo en distintas instituciones de educación superior de Chile y el mundo. “Este es un movimiento global que nos influye a todos”, confirma Juan Nagel, quien, además, es miembro de la directiva de la Red Nacional de Centros de Apoyo a la Docencia (REDCAD), que agrupa a profesionales de 35 universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales.
Juan Nagel, director de Desarrollo Docente y del CID.
Innovación docente en la práctica
La inquietud por descubrir y aplicar nuevas metodologías que mejoren el proceso de aprendizaje del alumno no surgió del CID, sino viceversa. El Centro fue la respuesta para institucionalizar las diversas iniciativas que profesores y unidades académicas han venido aplicando desde hace años y que continúan practicando hoy. Buenos ejemplos se pueden ver en las facultades de Ingeniería y Ciencias Aplicadas y de Odontología.
Esta última, por ejemplo, es la primera en Sudamérica en poner a disposición de sus alumnos de pregrado la odontología digital en base a sistemas CAD-CAM (CEREC), gracias un acuerdo suscrito con la empresa Sirona. Este método permite el diseño y elaboración de prótesis dentales por computador, de manera extremadamente precisa y con una muy alta calidad, reduciendo enormemente el margen de error humano y con porcentajes de éxito altísimos en los tratamientos que requieren piezas artificiales. Los modelos de la boca del paciente son escaneados y las restauraciones procesadas y fabricadas mediante una mecanización asistida por el ordenador.
Por otra parte, los alumnos de Ingeniería participaron de un novedoso taller práctico para mejorar la conexión de peatones entre paraderos de bus y metro. El curso, denominado “Study Challenge in Transport”, estuvo a cargo de los docentes de la Facultad Sebastián Seriani, Rodrigo Fernández y Rafael Delpiano, liderados por el académico de University College London (UCL) Taku Fujiyama (en la imagen). “Este tipo de enseñanza práctica es algo muy común en las grandes universidades del mundo y el objetivo de este taller fue inculcar un concepto que hoy en día tiene mucha importancia dentro del desarrollo de la ciencia y la tecnología, como lo es la innovación”, afirma Seriani. En este sentido, la idea es dejar de lado las grandes explicaciones teóricas y hacer un trabajo mucho más dinámico y que ponga a prueba en terreno las capacidades de los alumnos. “Esta es otra forma de hacer la clase totalmente distinta, una metodología que aprendí en mis estudios de doctorado en UCL, junto al profesor Fujiyama”.
Pioneros en Chile
Un buen ejemplo de innovación docente es el nuevo sistema de gestión de aprendizaje CANVAS, que utiliza la Universidad desde principios de 2018. Es el sistema que ocupan las universidades más prestigiosas del mundo y la UANDES fue la primera casa de estudios en Chile en implementarlo. “Este LMS permite que el docente tenga una comunicación fluida con los alumnos e incorpora metodologías innovadoras de enseñanza”, asegura el impulsor de este Learning Management System, que paulatinamente irá reemplazando al actual Moodle.
A través de evaluaciones online, intercambio de material académico, videoconferencias, casos, foros, chats y ejercicios, entre otros recursos, facilita a los alumnos complementar su aprendizaje presencial. “Hay cosas que se pueden hacer en CANVAS y no en clases como, por ejemplo, pensar en términos de analogía”, explica el académico.
“Este método me permite evaluar otro tipo de habilidades y abre las posibilidades de docencia de manera increíble, sin embargo, no sustituye la clase presencial, la aumenta”, recalca.
Otra característica novedosa del sistema es que los alumnos disponen cómo quieren que les llegue la notificación cuando un profesor necesita comunicarse con ellos. “Ellos deciden la periodicidad y de qué manera. Se puede hacer a través de Twitter, Facebook, email o WhatsApp, entre otras herramientas digitales”, concluye Nagel.