En 1993, cuando aún no era un tema de discusión, la Universidad apostó por crear la primera carrera de pregrado enfocada en el servicio. Veinticinco años después, la Escuela de Administración de Servicios (ADS) ha sabido leer las necesidades del país en esta materia y sigue a la vanguardia.

Este año, ADS está de aniversario. “Cumplimos un cuarto de siglo siendo pioneros en nuestro país en la formación de expertos en gestión de servicio y en la administración estratégica de tres áreas relevantes para toda organización: las personas, operaciones y sus clientes”, explica Paula Ramoneda, su directora.

Actualmente, la Escuela ofrece también dos programas de magíster, en Educación y en Salud, 12 cursos de educación continua y nueve diplomados y tiene un Centro de Excelencia en el Servicio (CES), que apoya la creación, y mejora de la cultura de servicio en las organizaciones.

De acuerdo a la experiencia del equipo, en Chile el servicio es aún incipiente, sin embargo, se ve una evolución. “Muchas empresas han ido entendiendo la importancia y el valor que la gestión en el servicio y la experiencia del cliente aportan a las organizaciones y cómo mejoran y diferencian su producto, en un mercado cada vez más competitivo”, asegura la directora de la Escuela. “Nuestro mayor orgullo es tener más de 900 administradores de servicio en el campo laboral, que se desempeñan en diferentes organizaciones, tanto públicas como privadas, con una tasa de empleabilidad muy alta y con una valoración positiva de su trabajo por parte de los empleadores”.

Después de 25 años, la carrera sigue marcando precedente y promoviendo dos valores fundamentales de la Universidad: el espíritu de servicio y la centralidad en la persona. “En los próximos años queremos seguir formando profesionales que sean agentes de cambio en las organizaciones, en lo que se refiere a cultura de servicio, donde las personas estén en el centro de la institución. Esto se transforma en un círculo virtuoso, que lleva a la fidelización de los clientes y colaboradores, mejora los resultados de las empresas y finalmente contribuye al desarrollo del país”, concluye Paula Ramoneda.