Académicos analizan los dos papados y sus énfasis, entre ellos, el vínculo con la juventud, la inmigración y la esperanza, en un momento de desafíos para la Iglesia.

De pronto, la sala en donde estábamos empezó a llenarse de estudiantes que querían ver al nuevo pontífice y se generó un ambiente impresionante. No era la Plaza San Pedro, pero, sin duda, es como si hubiéramos estado en una plaza, rodeados de gente que a lo mejor no conocíamos y muy unidos en torno al Papa”, recuerda el sacerdote español Lucas Buch.

“A lo largo de los años, el Papa Francisco subrayó ese mensaje de que no habíamos venido al mundo a vegetar, a pasarla cómodamente, sino que hemos venido a dejar huella”

P. Lucas Buch

Es que el humo blanco asociado a la elección del Papa León XIV coincidió con el IV Congreso Internacional de Enseñanza de la Religión: La Providencia Divina y el Misterio del Mal, iniciativa del Centro de Enseñanza de la Religión Católica. Así fue como él, junto a unos 300 asistentes que se encontraban en el Aula Magna de Biblioteca, el pasado 8 de mayo, presenciaron el momento en que se reveló el nombre del nuevo pontífice, tras el fallecimiento del Papa Francisco.

Yo vi el anuncio en el contexto del Congreso Internacional de Enseñanza de la Religión. Se pararon todas las actividades y seguimos la noticia en vivo y en directo. La gente quería ver al nuevo Papa, quería ver la fumata blanca. Fue todo muy emocionante”, afirma el académico de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, seguro de que fue partícipe de una experiencia de comunión.

Estudiantes, profesores y administrativos fueron llegando al Aula Magna de Biblioteca para ver en vivo la elección del nuevo Papa.

Coincidentemente, en ese momento se realizaba ahí mismo el IV Congreso Internacional de Enseñanza de la Religión.

Al trabajar en un ambiente universitario, el P. Lucas Buch ha tomado contacto con generaciones de estudiantes y, desde esa experiencia, profundiza en torno al legado del Papa Francisco (1936-2025), es autor del libro “Rezar como el Papa Francisco. Textos para vivir la JMJ 2016”. A su juicio, para introducirse en su magisterio es clave leer su exhortación apostólica ‘Christus Vivit’ (2019), que tuvo como eje central a los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Para él, este escrito es “una preciosidad” que se enriquece con los mensajes que dio a conocer en las diversas Jornadas Mundiales de la Juventud y donde tocó los corazones de miles de jóvenes.

“En Río de Janeiro (Brasil) exhortó a no ‘balconear’ y también en ese país, en una importante reunión con los jóvenes argentinos, les dijo ‘hagan lío’. A lo largo de los años, el Papa Francisco subrayó ese mensaje de que no habíamos venido al mundo a vegetar, a pasarla cómodamente, sino que hemos venido a dejar huella. Y, a la vez, era muy consciente de las dificultades que experimentan los jóvenes: sentir que no están a la altura, que sienten miedos, inseguridades e incertidumbres”, sostiene.

El doctor en Teología recuerda una homilía que el Papa dio en Cracovia, donde habló de Zaqueo, que quería ver a Jesucristo, pero tenía una dificultad: era pequeño de estatura. Como estaba en medio de una multitud, subió a un árbol y ahí sí pudo ser visto por Jesús. “A partir del personaje de Zaqueo, el Papa Francisco usó unas palabras muy bonitas animando a los jóvenes a dejar atrás esos miedos de no estar a la altura. De alguna manera, les dijo que Jesús vino a buscarlos y los quiere como hijos suyos. También esa idea de levantarse siempre. Solía usar una frase de los montañeros del ejército italiano: ‘en el camino lo importante no es caer, sino no permanecer caídos’.

Imagen tomada por el fotógrafo UANDES Rolando Oyarzún durante la visita del Papa Francisco a Chile en 2018.

En Portugal reforzó que era preciso dejar atrás los miedos y sustituirlos por sueños. Esa idea me parece muy bonita: velar por aquello que está en el corazón de los jóvenes y que es la capacidad de soñar y hacerles conscientes de que los miedos dificultan la capacidad de soñar”.

Para el autor de “Tiempo de esperanza” hoy vivimos un momento de la humanidad en que la cultura secular y atea ya no satisface a las personas. Afirma que ha habido un renacimiento en el deseo de sentido y de trascendencia. “Por eso me parece muy notable que la última encíclica del Papa Francisco (‘Dilexit nos’) fuera sobre el Sagrado Corazón de Jesús, es decir, centrada en Jesucristo y que sus últimas palabras, como lo recordó el Papa León XIV, fueron las palabras de Cristo resucitado: ‘La Paz esté con ustedes’”.

El P. Buch añade que la elección del Papa León XIV es como un soplo de esperanza, un empujón que es muy necesario en el mundo de hoy. “La Iglesia después de la crisis y de los escándalos ha aprendido mucho, ha sufrido con los que han sufrido, ha acompañado, ha aprendido a pedir perdón, a hacer penitencia y a tomar conciencia de su propia fragilidad. Han sido momentos complejos, pero hoy tenemos gente joven que se acerca al Señor, hay gente joven que podría tener la vida resuelta y se mete al seminario. Todos esos son signos muy claros. Entonces tener, en 2025, un Jubileo de la Esperanza, como le gustaba decir al Papa Francisco, es como un ‘Kairós’. Es un momento de gracia”. 

Entre otros proyectos, el padre publicará a fin de año el libro “Cristo, los jóvenes y la vida eterna”, que recoge las conferencias que dio el año pasado en el Congreso Internacional de Enseñanza de la Religión y donde aborda una idea que ha ido profundizando en el último tiempo: “evangelizar a los jóvenes desde sus anhelos, revisar cuáles son los deseos profundos de ellos y ver qué respuesta les da el ambiente cultural en que vivimos y qué respuesta les da la fe cristiana”, cierra el autor.

Con los pies en el barro

Apenas se anunció al cardenal estadounidense Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV, en las redes sociales de Perú comenzó a circular una fotografía de su carnet de identidad, donde se confirmaba la nacionalidad peruana que adquirió en 2015. Perú, en muchos sentidos, ha marcado la vida personal y religiosa del nuevo Papa. Solo tres años después de ordenarse, en 1985, llegó por primera vez al país en una misión agustiniana en la remota localidad de Chulucanas, en Piura, donde trabajó en temas de medioambiente y derechos humanos.

Regresó en 1988 y se asentó durante más de una década en la ciudad de Trujillo, donde ocupó distintos cargos. Luego de volver a su Chicago natal, donde llegó a convertirse en prior general de los agustinos, en 2014 retornó una vez más a Perú, cuando el Papa Francisco lo designó administrador apostólico y, posteriormente, lo nombró arzobispo de la diócesis de Chiclayo.

Isidora Pugamáster en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural y doctora en Historia por la Universidad de los Andes, participó en junio, junto al historiador UANDES Ricardo Cubas y al sacerdote peruano Alberto Garnique, en el conversatorio “León XIV: perspectivas de un Papa que une dos mundos”. La historiadora afirma que tuvo la posibilidad de formarse en Chicago, la tierra natal del nuevo Pontífice y, desde esa experiencia asegura que entre 20 y 23% de la población es católica en Estados Unidos. “Es una de las denominaciones religiosas con más adeptos. Uno puede creer que la gran mayoría es laica, pero la presencia religiosa es muy importante”. Agrega que “los católicos son practicantes de verdad y su compromiso es mayor que el católico latinoamericano. Sienten orgullo y tener a un Papa es como si hubieran ganado el Mundial de Fútbol”. 

“Hay un documental que muestra al Papa León XIV con las botas en el barro frente a una inundación en Chiclayo. Esa es la imagen: un Papa que se va a meter en el barro, en las periferias y en ese católico más lejano; pero también este Papa va a conseguir un equilibrio en el trabajo con las periferias y el centro”

Isidora Puga, académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades

 Para la experta, tras el cónclave los cardenales escogieron “a un estadounidense común, hijo de inmigrantes, de hecho, se publicó que tenía una línea familiar proveniente de los creoles en Nueva Orleans. En el Papa León hay una mezcla muy interesante y que es muy representativa de un crisol de cultura y razas”. Junto con ello, Isidora Puga expresa que también ha experimentado los retos de la inmigración en Perú y “vivió en Europa esta realidad de manera muy potente. Ese es el gran tema del siglo XXI y yo creo que el actual Papa sabe cómo manejarse con la inmigración”.

¿Cuál va a ser la opción del Papa León XIV? ¿Viajará a Estados Unidos? La profesora del Instituto de Historia advierte que, ya que en sus primeras palabras públicas habló en español y no en inglés, “hay una señal a tener en cuenta para analizar su relación con este país (…) No soy futuróloga, pero creo que Estados Unidos no va a ser una prioridad para visitar. Hoy hay otras urgencias, sobre todo en Asia y África”.

La historiadora concluye que todo hace pensar que existe una continuidad en ambos papados, sobre todo en la “idea de ser una Iglesia presente, una Iglesia no encerrada en su torre de marfil.

En el documental “León de Perú” se muestra al Papa León XIV con las botas en el barro frente a una inundación en Chiclayo. Esa es la imagen: un Papa que se va a meter con las botas en el barro, a entrar en las periferias y en ese católico más lejano; pero también siento que este Papa va a conseguir un equilibrio entre el trabajo con las periferias y el centro”.

Javier Pinto, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y del ESE Business School, se especializa en ética empresarial, asociada a la Doctrina Social de la Iglesia de la encíclica ‘Rerum Novarum’ del Papa León XIII, considerado uno de los inspiradores del actual Papa León XIV. “Lo primero que quiero decir es que no hay bandos dentro de la Iglesia y, dentro del siglo XX, que es el siglo de la Doctrina Social, ha habido Papas que han puesto el énfasis en distintos aspectos relevantes, pero lo central, la tradición siempre ha permanecido”, apunta.

“El Papa Francisco puso el foco en el tema de la inmigración y su mensaje fue clarísimo. Yo creo que el de León XIV será similar porque, no es un mensaje de geopolítica, sino que es el mensaje de la caridad”

Javier Pinto, Profesor de ética empresarial

Añade que el Papa Francisco puso el foco en el “tema de la inmigración y su mensaje fue clarísimo. Yo creo que el mensaje de León XIV será similar porque, en estricto rigor, no es un mensaje de geopolítica, sino que es el mensaje de la caridad. Finalmente, lo que hace esta Iglesia, madre y maestra, es dar luces para cada momento y para que los católicos puedan abordar estos desafíos. El mensaje no cambia, sí cambian las circunstancias”, sostiene el investigador, que está terminando de editar un libro sobre filosofía del trabajo, con profesores de las universidades de Navarra y de la Santa Cruz de Roma.

El cristianismo es alegría

El P. Sergio Boetsch, capellán de la Pastoral UANDES, rememora que también vio la fumata blanca en el Aula Magna de Biblioteca, como asistente del Congreso. “Estaba una persona dando una charla muy bonita y de repente todos empezaron a aplaudir y la conferencista dijo ‘pero si no he terminado’. Estábamos vueltos locos. Se armó un ambiente muy simpático y emotivo, esperando al nuevo Papa. Como dijo un profesor, acá es el único lugar donde aplauden antes de saber cuál es el resultado. Y cuando el Papa León habló en español, todos fascinados”.

El doctor en Teología se refiere a los ejes del pontificado de Francisco y destaca que siempre instó a los jóvenes a no mirar el partido de fútbol desde las graderías, sino meterse a la cancha. “En Cuba, por ejemplo, los animó a que sueñen. Tenemos dos ojos: con uno vemos la realidad y con el otro soñamos. Eso movía mucho a los jóvenes”, dice. Para este sacerdote es casi una obviedad afirmar que los jóvenes son el futuro, “pero el Papa les decía que no. Ustedes son el presente. Es una idea muy atractiva, ya que ahora tienen que aportar mucho, con su juventud, con sus ideales y entusiasmo. Sean útiles ahora”.

El P. Sergio Boetsch destaca que el Papa Francisco siempre instó a los jóvenes a no mirar el partido de fútbol desde las graderías, sino a meterse a la cancha.

Junto con ello, el profesor del Centro de Estudios Generales pone en valor la alegría y el buen humor. “Rezaba todos los días una oración de Santo Tomás Moro sobre el buen humor. Usaba mucho la expresión ‘no andar con cara de vinagre’. El cristianismo es alegría”. Otro aspecto relevante, a su juicio, es la misericordia. “Hablaba de un Dios que no es estricto y que todo el tiempo está mirándonos, un Padre amoroso que nos perdona, que nos comprende y que está lleno de misericordia. Luego hay que resaltar su ímpetu apostólico: armar lío, salir a las periferias. Vayan para adelante, pero también pregunten a los mayores”.

Con respecto al Papa León XIV afirma que existe una continuidad “pero con caracteres distintos. Por lo que ya hemos visto, el Papa León es más tranquilo y con un carácter más bien reservado. También me ha comentado gente que ha estado con él que es un hombre que escucha mucho. El Papa Francisco era más de ímpetu y de lanzarse, pero veo a estos dos pontífices como un muy buen complemento. León XIV va a promover mucho la paz, la unidad de la Iglesia y el estar muy unidos”, cierra.