La nueva mención de Pedagogía Básica “Inclusión Escolar para el Aprendizaje” y el trabajo de Terapia Ocupacional en su Centro de Atención Docente abordan la creciente exigencia social de profesores especialistas en dificultades del aprendizaje.
Por Florencia Moya Cid
Según un estudio de la Escuela de Educación, un 42% de los apoderados de niños en edad escolar en el país manifiesta tener un hijo con alguna necesidad educativa especial (NEE), siendo las más comunes el déficit atencional, trastorno del espectro autista (TEA) y las dificultades para el aprendizaje de la lectura y escritura. Por lo tanto, cuatro de cada diez familias tienen dificultades con la experiencia de aprendizaje de sus hijos. La Fundación Acción Educar añade que existe un alza en el número de niños con necesidad educativa especial en establecimientos públicos y subvencionados regulares, evidenciando que más del 60% de los alumnos compartiría clases con un estudiante con alguna necesidad educativa especial.
Ante esta realidad, Antonietta Ramaciotti, directora de la nueva mención Inclusión Escolar para el Aprendizaje de Pedagogía Básica, advierte que hay dos situaciones importantes por enfrentar: “Se hace indispensable que los nuevos profesores puedan responder a las demandas de aprendizaje de todos sus estudiantes, diversificando y haciendo ajustes a las planificaciones, las metodologías y ofrezcan alternativas diversas de evaluación. Y es imprescindible que cuenten con los conocimientos que les permitan comprender mejor las necesidades de sus estudiantes para realizar derivaciones de forma oportuna al especialista que corresponde”.
Las necesidades educativas especiales se definen como los requerimientos que tienen los estudiantes para seguir el currículo tradicional, pero también están influenciadas por el contexto en el que se encuentran. “Hoy en día esta es una definición más bien holística, ya que son niños que presentan una necesidad especial determinada, que se puede ver aumentada dependiendo de si el contexto responde o no a estas necesidades”, explica la académica.
“Se hace indispensable que los nuevos profesores puedan responder a las demandas de aprendizaje de todos sus estudiantes, diversificando y haciendo ajustes a las planificaciones, las metodologías y ofrezcan alternativas diversas de evaluación.”
Antonietta Ramaciotti, directora de la mención Inclusión Escolar, de Pedagogía Básica
Desafíos y avances en la formación docente
A pesar de los avances en la formación de profesores para trabajar con estudiantes con necesidades especiales, aún existen desafíos significativos. La implementación de adecuaciones curriculares y el diseño universal de aprendizaje son pasos importantes en este proceso.
“El nudo más grande en este tema es ver qué hace el profesor en la sala de clases, cuando ya tiene una carta de navegación entregada por el educador diferencial o algún médico especialista. En el sistema educativo tradicional, se hacen explícitas las distintas conductas o necesidades de los alumnos, por lo que se han implementado otras herramientas, por ejemplo, la metodología de proyecto, donde los alumnos tienen un objetivo, lo que permite que cada uno pueda tener sus tiempos distintos y diferentes formas de trabajo”, agrega la especialista de la Escuela de Educación. Hoy se trabaja también en un Diseño Universal de Aprendizaje, sistema enfocado en la forma en que el escolar recibe la información, que busca distintos modos de representarla, para que pueda adaptar sus necesidades a estas diferentes opciones.
42%
de los apoderados manifiesta tener un hijo con necesidad educativa especial

Inclusión escolar
Estos avances en materia de necesidad educativa especial apuntan a la inclusión escolar, es decir, garantizar que todos los estudiantes, independiente de sus características o necesidades individuales, tengan acceso equitativo a oportunidades educativas de calidad dentro del sistema escolar.
En esta línea, los terapeutas ocupacionales desempeñan un rol fundamental, centrados principalmente en programas de integración escolar. “Somos los encargados de potenciar habilidades motoras, cognitivas y funciones ejecutivas que mejoran la atención y el desempeño escolar, estimulando la independencia en actividades de la vida diaria y en los contextos escolares”, afirma Paulina Calderón, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional.
“Las necesidades educativas, a pesar de tener un mismo diagnóstico, se manifiestan de distinta manera en los niños, por lo que no hay un tratamiento estándar que les sirva a todos.”
Paulina Calderón, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional
Ejemplo de ello es el trabajo que realizan las académicas junto a estudiantes de 4° año de la carrera en el Centro de Atención Docente de la Escuela de Terapia Ocupacional. Allí ofrecen, entre otros servicios, atenciones gratuitas para niños y niñas que requieren de apoyo en su proceso educativo, fomentando especialmente su integración y nivelación para que se integren de manera efectiva al sistema escolar.
En general, los terapeutas apoyan también a los padres de los niños que asisten a sesiones de terapia ocupacional, llevando un seguimiento de los avances, dificultades que observan en el hogar y actividades externas que realizan, y a los docentes en sala, mediante estrategias de trabajo para una mejor integración de niños con necesidades educativas especiales.
Proceso de aprendizaje
“Todas las necesidades educativas pueden afectar el proceso de aprendizaje de los niños. Además, hay que tener en cuenta que las necesidades educativas, a pesar de tener un mismo diagnóstico, se manifiestan de distinta manera en los niños, por lo que no hay un tratamiento estándar que les sirva a todos”, agrega Paulina Calderón.
Existen casos más complejos, como niños que no consiguen terminar su proceso de enseñanza porque no adquirieron los conocimientos para seguir pasando de curso; otros que desarrollan trastornos de conducta que les dificultan adaptarse a los distintos contextos escolares y adolescentes que sufren alteraciones del ánimo, precisamente, por esta necesidad educativa que nunca pudieron sobrellevar en el proceso escolar.
“La ayuda temprana es esencial para lograr trayectorias académicas exitosas: independiente de la necesidad educativa que tenga el niño, existen muchas señales que, si son detectadas a tiempo, se pueden ir trabajando de manera inmediata en etapa preescolar”, añade la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional. Por lo mismo, es esencial que los colegios cuenten con profesionales de apoyo, que estén capacitados en estas herramientas de evaluación, y que los docentes adquieran el conocimiento para derivar a los niños que presenten los primeros indicios de una necesidad educativa especial.