Cómo la voz podría ayudar en la detección precoz del autismo

Especialistas en Fonoaudiología y Terapia Ocupacional estudian metodologías para caracterizar tempranamente el Trastorno del Espectro Autista, además de proveer una plataforma educativa para su entorno cercano.
La detección temprana de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) es fundamental para acompañar al niño en su desarrollo, pero “en Chile podemos ver que no existen medidas objetivas que faciliten el diagnóstico del autismo, por lo que depende de la observación clínica de cada experto y, en nuestro país, existen pocos y se encuentran solo en las grandes ciudades”, comenta Verónica Vidal, académica de la Escuela de Fonoaudiología y del Departamento de Epidemiología y Estudios en Salud.
Frente a esta realidad, la profesora Vidal junto a Daniela Wachholtz, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, están desarrollando dos líneas de investigación, una orientada a contribuir a un diagnóstico precoz del TEA y otra que apunta a crear una plataforma educativa para la comunidad.

Entregar material a los cuidadores y a las personas que viven y trabajan con personas en el espectro autista, desde una mirada menos medicalizada y más respetuosa, es el objetivo de la plataforma educativa que estará disponible en todo el país

Patrones del habla
“Hemos visto algunos estudios, aplicados en niños más grandes y en adultos, que demuestran que existen diferencias en los patrones de habla entre los niños neurotípicos (sin TEA) y los niños con TEA. Entonces, queremos saber si esto se puede observar en preescolares”, explica la fonoaudióloga sobre su proyecto Fondecyt de Iniciación. “Lo que estamos haciendo es buscar una nueva medida conductual y electrofisiológica para ver si efectivamente existen características distintas en los niños neurotípicos y los niños dentro del espectro autista”, agrega la profesora Wachholtz. Actualmente, el equipo de investigación está observando y describiendo la forma espontánea de hablar de los niños, para próximamente comenzar a medir los patrones acústicos de su voz y realizar mediciones electrofisiológicas en contexto experimental, con el objetivo de definir detalladamente estas diferencias con respecto a los patrones del habla. Se espera mejorar la evaluación en la primera infancia.
Guía práctica para la comunidad
“Estamos trabajando junto a un gran equipo de mujeres con TEA, gracias a un FONAPI que nos adjudicamos, un proyecto que nos permitirá ofrecer material a los cuidadores y a las personas que viven y trabajan con personas dentro del espectro autista. La idea es que este material les permita sensibilizar a las comunidades acerca del autismo y promover la participación de estas personas en los distintos contextos”, explica la terapeuta ocupacional acerca de la plataforma educativa que están desarrollando.
“Con este proyecto buscamos reducir la estigmatización y discriminación de las personas dentro del espectro autista”, detalla la Dra. Vidal sobre cómo enfrentar el desconocimiento de la población, así como la falta de acompañamiento de las personas dentro del espectro autista y sus familias, “desde una mirada menos medicalizada y más respetuosa”.

Esta investigación cuenta con la participación de los alumnos de pregrado Michelle Farfán e Ignacio Rodríguez, de la Escuela de Fonoaudiología, y Benjamín Pradenas e Isidora Wagner, de la Escuela de Medicina. También participan las alumni Giannina Mussuto y Gabriela Bravo, de la Escuela de Terapia Ocupacional.

Actualmente, las investigadoras se encuentran desarrollando una serie de encuentros participativos en distintas localidades del país, con el objetivo de recolectar información para avanzar en la creación de materiales concretos, que formarán parte de la plataforma, en la que se incluirá material descargable.
“Buscamos crear contenidos a los que la población general no tiene acceso de manera fácil. La idea de los encuentros es relevar las características culturales, conceptuales y sectoriales de cada zona, ya que existen diferencias, especialmente entre las zonas rurales y urbanas. Asimismo, en Chile podemos ver que las zonas extremas del país cuentan con menos especialistas”, concluye Verónica Vidal.