El Postítulo en Mediación Familiar del Instituto de Ciencias de la Familia se imparte de manera semipresencial, lo que ha permitido llegar por primera vez a alumnos de regiones a lo largo del país.
La mediación es un sistema para resolver conflictos entre dos o más personas, donde un tercero imparcial, o “mediador”, ayuda a las partes a encontrar una solución pacífica. “Implica entrenarnos en habilidades y competencias sociales, que enriquecen nuestra vida en comunidad, a nivel personal y familiar”, explica la mediadora Patricia Aréchaga, profesora del Instituto de Ciencias de la Familia, ICF.
Este proceso, que por esencia parece muy presencial, se ha trasladado al mundo online gracias a la Ley 21.394, que desde 2021 valida la mediación en línea para acercar la justicia a las personas. “Este servicio permitirá que los padres puedan solucionar sus diferencias desde donde quieran, sin necesidad de realizar traslados, y con la posibilidad de llegar a un acuerdo rápidamente”, anunciaba en su sitio web el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

“El mediador debe lograr una correcta percepción y contención de las emociones a través de la pantalla, de manera de mantener el valor de lo que se genera en los mediados y sus movimientos en el proceso presencial”.
Jimena Valenzuela, directora del ICF.
Anticipándose a este escenario, en 2020 el ICF realizó un curso internacional para formar docentes de esta y otras universidades en la metodología, lo que dio como resultado que el Postítulo en Mediación Familiar se impartiera en modalidad semipresencial, con clases en vivo online y solo una semana intensiva en el campus. Esta decisión permitió llegar a diferentes regiones del país, donde existe una fuerte necesidad de estos especialistas y derivó en un aumento en la matrícula de alumnos de regiones que pasó de 10% a 40%.
La psicóloga Romina Saavedra, de la ciudad de Arica, es una de ellas, pues no habría podido hacer este postítulo de otra manera: “Esta modalidad me permitió programar mis tiempos entre lo que es la vida personal y laboral y complementarlo con los estudios”, asegura.
Metodología ad hoc
Para mantener la calidad de la formación presencial, el ICF implementó una metodología para que los alumnos hagan la práctica: mediar casos simulados con actores y juegos de roles con la guía y feedback de profesores expertos. Esta innovación favoreció un aprendizaje práctico y lúdico y enriqueció el debate entre los alumnos que vienen de profesiones y realidades diversas y de regiones de todo el territorio nacional.
“Mediar en línea requiere un aprendizaje específico, porque se enseñan nuevas formas de conducción y conocimientos necesarios e imprescindibles de la utilización de la tecnología. Se debe asegurar el cumplimento de los principios que la fundamentan en un contexto online y la firma de documentos y acuerdos. El mediador debe lograr una correcta percepción y contención de las emociones a través de la pantalla, de manera de mantener el valor de lo que se genera en los mediados y sus movimientos en el proceso presencial”, concluye la directora del ICF, Jimena Valenzuela, sobre la tarea de facilitar la comunicación en diálogos difíciles.