Todo cambio trae consigo enseñanzas. Estos últimos años nos hemos visto inmersos en un escenario difícil, en el cual hemos aprendido a navegar en oleajes fuertes, que nos han remecido hasta lo más profundo. Pero como Universidad hemos seguido adelante, sin paralizarnos ante las incógnitas. Hemos seguido firmes en nuestra vocación de servicio, en lo que nos es más propio: la reflexión científica, la búsqueda de la verdad, el diálogo interdisciplinario, el debate con argumentos, la exploración de soluciones innovadoras y, por supuesto, el respeto a las ideas.
Tenemos mucho que aportar en este momento de cambios sociales y políticos fundamentales para Chile. Miramos el horizonte con una mezcla de preocupación y optimismo, y nos interesa desarrollar la capacidad de comprender con mayor hondura estas transformaciones. Queremos involucrarnos en esta historia, seguros de que tenemos la capacidad de influir para que los cambios sean para mejor.
La situación que atraviesa nuestro país debe movernos a centrar la atención, cada vez más, en las personas, en su bienestar, su felicidad y su desarrollo integral. En estos días tienen lugar debates importantes sobre la vida, la muerte, la naturaleza de la familia, el matrimonio y el bienestar de los hijos. Debemos aportar en estas discusiones y sentir la responsabilidad de reconstruir el tejido social de nuestra comunidad nacional.
En continuidad con una iniciativa que comenzó en el año 2020, este año hemos invitado a la reflexión a través del proyecto Encuentros por Chile, con el fin de propiciar el intercambio de ideas, con un alcance lo más amplio posible. En estos tiempos, más que nunca, las universidades deben convertirse en espacios abiertos, donde se pueda hablar con respeto, para encontrar soluciones a los desafíos del país. En este sentido, nuestros profesores realizan una gran contribución al debate público, con su investigación y publicaciones, y han ayudado a profundizar en el diálogo.
Por último, quisiera destacar el enorme esfuerzo que la comunidad universitaria ha hecho para adaptarse a los cambios que ha debido enfrentar, algunos de los cuales llegaron para quedarse. El compromiso con la tarea académica ha sido más fuerte que cualquier obstáculo. Agradezco profundamente la entrega demostrada, en especial la de quienes trabajan en el área de la salud. Estas páginas dan cuenta de la forma en que la Universidad se ha volcado hacia la búsqueda de soluciones a los enormes problemas que ha planteado la pandemia, a través de su trabajo académico y clínico.
Da alegría comprobar que tenemos la capacidad para navegar en estos tiempos difíciles. Lo haremos mejor y realizaremos un mayor aporte a nuestro país si seguimos fieles al norte que marcan nuestra esencia y misión universitarias.
José Antonio Guzmán C.
Rector