“Lo compasivo es aliviar el dolor del que sufre”

El Centro de Bioética acaba de publicar un libro multidisciplinario, en el que diferentes académicos abordan las complejidades de la eutanasia desde la medicina, la filosofía, el derecho o la teología. “Cuando a un paciente se le entregan los cuidados correspondientes a su dignidad, disminuye el deseo de la eutanasia”.


En menos de dos años de vida, el Centro de Bioética ha dado importantes pasos. Un notable ejemplo es que la editorial de la Universidad de Navarra (España) acaba de publicar el libro ‘Eutanasia y suicidio asistido: una mirada multidisciplinaria’. “Eunsa es una editorial de prestigio. Llegar allí es un incentivo para nuestro equipo”, comenta el director del Centro y editor del libro, Juan Eduardo Carreño, quien adelanta que “el acuerdo es publicar, a futuro, otros estudios monográficos que aborden temas de interés amplio”. 

El médico y Ph.D. en Filosofía explica que este volumen incluye la mirada de las más variadas disciplinas. Entre otros investigadores, suma los aportes de los abogados Alejandro Miranda, Gonzalo García y Rodrigo Guerra; del psicólogo Cristián Rodríguez; del economista del Centro Signos UANDES Matías Petersen, y de la enfermera matrona Ximena Farfán, además de Pablo Valderrama, director ejecutivo del Centro de Estudios IdeaPaís. 

“Un sello del Centro es que es multidisciplinario y nuestro rasgo fundante, que nos distingue de otros espacios universitarios similares, es el rigor filosófico, que permea el trabajo y la formación: es ahí donde queremos aportar”, explica el académico, advirtiendo que algunos artículos están circunscritos a la actualidad. “Lo que nos interesa es ofrecer una mirada amplia, presentar múltiples temas de interés para cualquier país, más allá de que se apruebe o no la eutanasia en Chile”. 

“Sea cual sea el resultado del debate, necesitamos una palabra orientadora hacia un tema que tiene que ver con la dignidad de la vida humana”

Juan Eduardo Carreño
Director del Centro de Bioética

El Dr. Carreño considera que, muchas veces, al hablar de esta problemática se cae en una mirada desesperanzada. “Pero hay que abandonar ese ánimo derrotista. Sea cual sea el resultado del debate, necesitamos una palabra orientadora hacia un tema que tiene que ver con la dignidad de la vida humana”. En este sentido, profundiza en capítulos que revelan que “en la tradición médica occidental ha quedado claro que aliviar un sufrimiento supone acompañar al paciente y ofrecerle los mejores cuidados. Los cuidados paliativos apuntan a proveer un tratamiento que no es solo analgésico, que no es solo inyectar morfina, sino que incluye el apoyo espiritual”. “Está demostrado que cuando a un paciente se le entregan los cuidados correspondientes a la dignidad de su persona, disminuye ostensiblemente el deseo de la eutanasia”, afirma. 

“Como centro académico universitario nuestro objetivo es buscar la verdad y difundirla, más allá de un resultado en el Congreso”, comenta respecto de que la pandemia haya podido acelerar la discusión sobre la eutanasia en Chile. “El confinamiento, con todo el agobio y cansancio que ha producido, no ha posibilitado una reflexión serena. Queremos soluciones y las queremos ya, pero este tipo de temas necesitan tiempo para poder aquilatarlos con calma”, plantea el especialista. 

El Centro de Bioética se proyecta como una instancia académica para el estudio interdisciplinario de problemáticas morales vinculadas directa o indirectamente con la vida, la salud, la enfermedad y la dignidad de la persona humana.

“LA EUTANASIA ES EL FRACASO DE TODOS”

Antonio Amado, director del Centro de Estudios Generales (CEG), también participó en este proyecto, cuyo objetivo es contribuir a la discusión pública del tema. El licenciado en Filosofía advierte que cuando la eutanasia se está tomando la agenda legislativa, la realidad da ejemplos que irían por un derrotero contrario. “En confinamiento hemos visto a muchas personas, en especial del ámbito de la salud, realmente volcadas a proteger la vida humana. Han sido capaces de perder su vida por ayudar a otros”, comenta.

El experto observa que el gran problema de la eutanasia es que se presenta como un bien. “Se dice que se quiere alivianar a la persona del dolor, que hay que ser compasivos. La pregunta clave es que si nos ocupáramos realmente de los demás, si creáramos las condiciones para que una persona esté bien cuidada y asistida, ¿sería necesaria la eutanasia? Creo que no”, aventura el director del CEG, cuyo cuerpo académico organizó un encuentro para reflexionar acerca de la muerte asistida.

“Las personas más que huir del sufrimiento, necesitan ser acompañadas en el sufrimiento.”

Antonio Amado
Director del Centro de Estudios Generales.

Las personas más que huir del sufrimiento, necesitan ser acompañadas en el sufrimiento. Estamos en una cultura, quizás más individualista, en la que queremos solucionar los problemas de modo práctico y eficaz, donde no hay solidaridad ni un tejido humano básico que posibilite acoger al que sufre y, claro, en ese ámbito aparece la tentación de solucionar el problema quitando al enfermo”, expone. “No vamos a vivir la riqueza de la humanidad si no acogemos al que sufre, por eso digo que el enfermo es un don, pues posibilita que uno salga de uno mismo”, afirma el profesor Amado.

El académico recuerda que para el Papa Francisco la eutanasia es “el fracaso de todos” y que la misericordia “no es terminar con una persona, sino quererla y restaurar su dignidad en el sufrimiento”. Por ello quiso aportar al libro con una mirada desde la teología. “Como dice el Papa, la luz de la fe ilumina a los hombres. No viene a anteponerse a la razón, sino que da qué pensar y muestra otras posibilidades, porque cuando uno se encuentra ante situaciones límite, la ciencia humana y la filosofía tampoco tienen respuestas definitivas”, concluye.

El Centro de Estudios Generales es la unidad académica que garantiza la formación general y transversal del modelo educativo UANDES, proponiendo a los estudiantes un diálogo con el arte, la cultura, las ciencias y las humanidades.

Por: Maureen Lennon