Un año para estar con Dios en oración

La obligación de aislarse del mundo abrió las puertas hacia la trascendencia en estos tiempos de cuarentena. 


Todos hemos sufrido las limitaciones propias de la pandemia, que han restringido las posibilidades de recibir los sacramentos o de reunirse de forma presencial para vivir la fe. Frente a esta contrariedad, muchos vieron una oportunidad para descubrir la presencia de Dios en las circunstancias cotidianas, en la convivencia familiar, la educación a distancia o el teletrabajo.

“Pandemia y cuarentena nos sonaban a aislamiento, y en buena parte lo han sido, pero sorprendentemente he sido testigo de cómo muchos se han acercado a Dios y han mejorado sus relaciones con familiares y amigos”, destaca el P. Jaime Williams. “En ocasiones, un mensaje por Canvas o un email han dado la posibilidad de establecer una relación cercana y de confianza, donde los alumnos aprovechan de desahogarse o de pedir consejo”, agrega el capellán UANDES. De hecho, las redes sociales han sido una forma de transmitir el mensaje de Cristo y de acompañar a quienes más sufrían con la pandemia.


Los grupos de misiones liderados por estudiantes también aprovecharon las circunstancias para crecer en vida interior y formación. Por ejemplo, Fronteras organizó durante las vacaciones de invierno una semana en la que pudieron escuchar testimonios de vida cristiana y meditar sobre aspectos centrales de nuestra fe.


De esta manera, Capellanía Universitaria impulsó a lo largo del año instancias para crecer en la relación con Dios y descubrir nuevas formas de vivir la caridad en estas circunstancias tan especiales. Aprovechando las plataformas tecnológicas, miles de personas pudieron asistir a talleres de oración, un ciclo de conferencias sobre la afectividad, las transmisiones de Corpus Christi y de la Fiesta de San Josemaría, entre otras.

Para favorecer el crecimiento personal en el entorno familiar se organizó el taller “Momentos oportunos para construir y asentar la felicidad”, junto con el Instituto de Ciencias de la Familia, al que asistieron decenas de familias. “Muchos alumnos, profesores y administrativos me han contado que este tiempo les ha servido para fortalecer sus lazos familiares y mejorar su aporte en su casa”, resalta el capellán.

Como todos los años, decenas de alumnos, profesores y administrativos se prepararon para los sacramentos de iniciación cristiana y, con todas las medidas sanitarias, pudieron recibir el Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación en tres ceremonias que presidió Mons. Alberto Lorenzelli, obispo auxiliar de Santiago. Además, cuando las condiciones sanitarias lo permitieron, se reanudaron la Santa Misa y las confesiones en el campus.

Estudiantes, profesores y administrativos pudieron recibir el Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación, con todas las medidas sanitarias.

Por: Diego Errázuriz