En el 30° aniversario de la Universidad, sus autoridades quisieron distinguir a siete docentes con el mayor grado de la categorización académica, por su destacada trayectoria, influencia y compromiso con el proyecto universitario. A ellos les pedimos que nos compartieran una pequeña reflexión sobre la docencia en sus respectivas áreas del conocimiento.

Raúl Bertelsen Repetto
FACULTAD DE DERECHO
El primer curso de Derecho Constitucional que tuve a mi cargo fue en 1969, en la Universidad Católica de Valparaíso. Cumplí el año pasado 50 de docencia. Es hora de terminar.
De esos años, los últimos 30 han transcurrido en la Universidad de los Andes, en la que he hecho clase ininterrumpidamente. El primer curso, el de 1990, fue el año en que la Universidad abrió sus puertas con la carrera de Derecho. Eran 38 alumnos de los que a fin de año quedaban 30. Constitucional fue el primer ramo del que dieron examen en la comisión que integré con José Luis Cea, profesor de la Universidad Católica que nos examinaba. Aprobaron todos.
He sido feliz al hacer clases en una materia que me encanta y sobre la que anhelo escribir un libro que recoja mis lecciones. Me enorgullece, además, que mi hija Soledad sea ahora profesora de Derecho Constitucional en la Universidad.

Isabel Cruz Ovalle
INSTITUTO DE HISTORIA
Para mí las clases han sido un desafío lleno de sorpresas y gratificaciones. Me gusta conocer a través de ellas a los estudiantes, saber lo que les interesa y motiva, por dónde van sus inquietudes, qué les apasiona, para orientarlos y que cada uno descubra sus talentos y aptitudes. Porque esta profesión requiere mucho estudio, pero también pasión para disfrutar lo que haces y transmitirlo.
Recuerdo con especial agrado las clases que he realizado in situ, en museos o colecciones públicas y privadas, donde puedes ver las obras, olerlas, tocar sus superficies, medir su tamaño, oír el sonido de sus materiales al tacto… La historia del arte es solo un ejercicio teórico a través de la pantalla; requiere del conocimiento y contacto con las obras mismas. Han sido particularmente interesantes los viajes “patrimoniales” de estudio, donde “descubrimos” con los cursos obras desconocidas, deterioradas, a veces a punto de destruirse -entre polvo y telarañas- para recuperarlas y ponerlas en valor.

María Elton Bulnes
INSTITUTO DE FILOSOFÍA
La docencia en Filosofía tiene características muy peculiares. Por una parte, si el enorme desarrollo de los medios tecnológicos centra mucho la clase en lo que hace el alumno, permitiendo una cierta invisibilidad del profesor; en la clase de Filosofía importa mucho la actividad del profesor. Enseñar Filosofía implica un gran desafío, en cuanto a preparación, saber decir y despertar el asombro en el alumno, punto de partida del filosofar.
Por otra parte, la actividad del alumno de Filosofía no consiste en hacer cosas, sino en escuchar, pensar, discutir; actividades de gran categoría humana, muy absorbentes, pero poco aparentes. Recuerdo que en septiembre de 2011 estábamos en un seminario de filosofía práctica de Kant cuando sucedió el ataque a las Torres Gemelas. La gente corría, hablaba por teléfono, comentaba, y mis alumnos prefirieron seguir analizando el pensamiento de Kant.

Germaine Etchevers Barra
ESCUELA DE ENFERMERÍA
En la carrera de Enfermería es donde el rol docente del profesional de enfermería adquiere mayor relevancia. Es la enfermera/o – profesor quien tiene la responsabilidad de transmitir a las futuras generaciones, junto con los fundamentos teórico-prácticos de la profesión, el amor a la enfermería, el respeto por la dignidad de la persona, el compromiso ante la sociedad para servir cuidando a las personas y a sus familias, en los procesos de salud y enfermedad, con responsabilidad, generosidad y entrega.
Los años que dediqué a la formación de nuevas generaciones de enfermeras/os -los últimos 15 tuve el privilegio de hacerlo en esta Universidad- me han convencido de que detrás de cada enfermera/o-docente subyace un espíritu de servicio y de entrega indispensable para otorgar cuidados de enfermería humanizados. Lo anterior, junto al dominio y práctica del espíritu de la Universidad de los Andes, constituyen cimientos sólidos en la formación profesional de la enfermera/o.

Carlos Quintana Villar
FACULTAD DE MEDICINA
La creación de la Facultad de Medicina de la Universidad ha sido muy valiosa para el país, pues ha dado a los estudiantes una formación científica de excelencia y en virtudes. Recuerdo con emoción los comienzos de la tarea docente en lugares muy modestos en Nos y en el Hospital Geriátrico, donde hacíamos un esfuerzo por mejorar la calidad de tratamiento de los enfermos. En los alumnos observaba con satisfacción el interés, delicadeza y esfuerzo con que cumplían su tarea. Con el paso del tiempo, he podido constatar su recia formación humana y notable capacidad profesional.
Me siento orgulloso de haber cooperado en la docencia de esta Universidad desde su fundación y agradezco la gran distinción que se me otorgó, que ha constituido un hecho importante en mi vida académica. Me llena de esperanza el desarrollo constante en la perfección de su tarea, que pone en práctica el lema de “ir por más”. La clínica universitaria será un medio excelente en la formación de futuros médicos.

María José Lecaros
FACULTAD DE COMUNICACIÓN
La docencia universitaria es lo que produce un mayor gozo y la máxima recompensa.
Gozo, porque al preparar y hacer las clases siempre se recibe algún destello, alguna luz de eso que los filósofos llaman verdad, belleza y bien. Ellos lo saben explicar; el profesor universitario recibe la mejor parte: lo vive y siente, en “algo” puede asomarse y, por lo mismo, compartir con los alumnos realidades muy potentes.
También al corregir hay veces que se descubre algo de verdad y de bien en las respuestas. Una brillante, y escéptica, ayudante que tuve me decía que era imaginación mía; que los alumnos flojos y distraídos, frente al temor, desconcierto y adrenalina de una pregunta contestaban lo primero que se les ocurría. Puede ser. Pero siempre anoté frases, opiniones, comentarios -¡tantas veces meras sensaciones!- de los alumnos. A ellas les debo mucho. Me aportaron miradas nuevas, decisión de abandonar temas irrelevantes, necesidad de matizar, exigencia para abordar nuevas realidades.

Beatriz Zegers Prado
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Hace más de 20 años, Raúl Bertelsen dio la bienvenida a la primera generación de profesores de la Escuela de Psicología. Ser nombrada Profesora Emérita en la misma ocasión que él es algo que me honra doblemente. Agradezco el apoyo de Orlando Poblete cuando fue Rector y el de José Antonio Guzmán. En los tres personifico mis agradecimientos a las personas que me ayudaron a hacer mío el lema “ir por más”. Incluyo, por cierto, a los alumnos.
Acogí la invitación de M. Elena Larrain e Isabel Margarita Diez para formar parte de la Escuela de Psicología. Enseñar Desarrollo Psicológico, incluyendo un curso dedicado solo a la adultez y vejez, formaba parte de mi interés preferente. Hoy se aprecia lo visionarias que fueron al otorgarle a esta disciplina tres semestres. Mi gratitud se dirigirá siempre hacia ambas. Y agradezco al Instituto de Filosofía, a través del profesor Jorge Peña, que me ayudó a encontrar fundamentos antropológicos y éticos para mis conocimientos psicológicos.