La cultura de la innovación es una prioridad en la Facultad de Odontología, que ha animado a los académicos a estar constantemente buscando las mejores respuestas tecnológicas para el desarrollo de sus estudiantes.
Formar odontólogos de manera integral para procurar la mejor atención de los pacientes es el principal objetivo de la Facultad de Odontología. En este contexto, y desde sus inicios, se han enfocado en un método de enseñanza basado en la innovación tecnológica, que les ha permitido entregar mejores herramientas para que la experiencia del aprendizaje sea más amigable, con resultados más objetivos y permitiendo una temprana autonomía de los estudiantes para aprender realizando y con una retroalimentación inmediata. Asimismo, ha facilitado la realización, desde primer año, de evaluaciones con herramientas digitales como el simulador virtual Simodont con tecnología haptic y prep Check y un programa de desarrollo digital basado en la tecnología CAD CAM y de flujo digital de la empresa Sirona, que involucra a profesores y alumnos de pregrado y de las especialidades de rehabilitación, ortodoncia, imágenes e implantes.
“En el aspecto de la atención odontológica propiamente tal, creemos que debemos enseñar a nuestros estudiantes la odontología del presente y del futuro, donde, sin duda, la tecnologización de las consultas odontológicas es una realidad que va a ir en aumento, tal como sucede en el resto de la medicina”, señala Cristián Bravo, decano de la Facultad de Odontología.

“Debemos enseñarle a nuestros estudiantes la odontología del presente y del futuro, donde, sin duda, la tecnologización de las consultas odontológicas es una realidad que va ir en aumento”.
El uso de la innovación tecnológica en la enseñanza de la odontología entrega una serie de beneficios. Por un lado, asegura de mejor manera los procesos de enseñanza y aprendizaje, ya que provee de información inmediata acerca del avance de los alumnos para ir en ayuda de aquellos que lo necesitan, sin necesidad de esperar los resultados de las pruebas. Por otra, permite que cada alumno sepa de manera instantánea aquello en lo que debe mejorar de una manera clara, muchas veces, a través de realidad virtual y con la posibilidad de ir viendo su progreso.
“El resultado de este proceso es que en los cursos clínicos pueden atender con la tecnología, ya que están familiarizados con ella. De este modo tienen herramientas de diferenciación que incluso permiten, a través de un convenio que hemos generado con distintas empresas como Dentsply- Sirona, entregar a nuestros egresados un certificado de odontólogos expertos en sistemas digitales, que los diferencia a la hora de compararse con sus pares”, concluye Cristián Bravo.

El COVID-19 cambiará la atención odontológica
En relación al control de infecciones, la forma de hacer odontología ha evolucionado durante los años. En los ‘80 el virus VIH marcó un hito en cuanto a los elementos de protección personal y los estándares de esterilización. Actualmente, el Sars-Cov2 ha obligado a reconsiderar esos estándares, en vista de la propagación del virus en los aerosoles que se producen durante la atención dental. “Desde ahora será frecuente ver al personal utilizando delantales desechables sobre la ropa clínica, mascarillas de mayor aislación y escudo facial durante la atención. Sin duda, estas y otras medidas llegaron para quedarse y elevarán los estándares de seguridad para los pacientes y el personal de salud”, afirma el decano de la Facultad de Odontología, quien ha supervisado los protocolos y cambios en la infraestructura de la clínica odontológica del Centro de Salud UANDES en San Bernardo, orientados a mejorar la bioseguridad para alumnos y pacientes.