Los laboratorios, equipados con tecnología de punta, distinguen a la Escuela de Fonoaudiología de sus pares, pues uno de los objetivos primordiales de la carrera es formar alumnos con experiencia en procedimientos prácticos e interés en la investigación.

Afines de 2019 egresa la primera generación de la Escuela de Fonoaudiología, cohorte que el próximo año deberá realizar su práctica profesional. La ventaja es que contará con una sólida base de procedimientos clínicos, adquirida en el ejercicio práctico de las asignaturas disciplinares, desarrolladas en los laboratorios del campus universitario. “Antes no existían equipos que complementaran la práctica fonoaudiológica. Hoy, con los avances de la tecnología, se han incorporado al ejercicio habitual, por ello es importante formar a los alumnos en su manejo, para lograr mayor eficiencia y eficacia terapéutica y mejorar, en el menor tiempo posible, la calidad de vida de nuestros usuarios”, señala Casandra Araya, directora de la Escuela. “Estos recursos son muy importantes en nuestra carrera, ya que el alumno se ejercita en habilidades prácticas antes de entrar en contacto con los pacientes y, además, se estimula su interés por la investigación”, agrega la fonoaudióloga.

El foco que la carrera ha puesto en desarrollar estas habilidades clínicas y de investigación en sus egresados ha permitido que en tan solo cuatro años disponga de cuatro laboratorios especializados: Habla y Deglución, Audiología, Lenguaje y Voz.

El Fondecyt de Marco Guzmán, doctor en Vocología por University of Tampere, Finlandia, está orientado a demostrar cuál ejercicio es el más adecuado para desinflamar las cuerdas vocales dañadas, a diferencia de la recomendación actual de mantenerlas en reposo.

EL GRAN CENTRO DE INNOVACIÓN

El Laboratorio de Voz cuenta con la más alta tecnología, gracias al material instrumental de última generación que ha recibido, ya sea por parte de la Universidad como por el proyecto Fondecyt adjudicado al académico Marco Guzmán, Ph.D. “Inflamación aguda de los pliegues vocales después de un fonotrauma, un nuevo tratamiento basado en la movilización mecánica de los tejidos” es el título de su novedosa investigación.

Su trabajo va en la línea de ampliar el estudio realizado por la doctora estadounidense Katherine Verdolini, quien plantea que una patología asociada a la inflamación de las cuerdas vocales debe ser tratada con ejercicios de vibración, antes que mantenerlas en reposo. Totalmente contrario a los tratamientos tradicionales, cuya principal recomendación es dejar de hablar y tomar corticoesteroides orales.

El investigador busca dilucidar si ocurre el mismo efecto que en la medicina del deporte, estudiando los nuevos procedimientos para abordar la inflamación de las cuerdas vocales, causada por el inadecuado uso de la voz. “Lo que nosotros hacemos son diferentes ejercicios de rehabilitación de voz, que promueven la movilización de ese tejido inflamado, para ver si alguno de estos movimientos desinflama más las cuerdas vocales”, explica el doctor en Vocología.