Gracias al cumplimiento de elevados estándares, el campo clínico, ubicado en el corazón de San Bernardo, consiguió certificarse por primera vez, garantizando la entrega de atención de calidad a sus pacientes en un ambiente académico de excelencia.

96% de cumplimiento del total de características que aplican para el Centro
100% de cumplimiento de las características obligatorias

Luego de 20 años atendiendo a la población y ofreciendo a los alumnos de la Universidad un plan de formación académica en contacto con las personas, el Centro de Salud Universidad de los Andes (CESA) sumó en 2019 otro importante hito en su historia: la acreditación como integrante de la red de prestadores, otorgada por la Superintendencia de Salud. Este reconocimiento se entrega a aquellas instituciones que, luego de una verificación a cargo de consultores externos, demuestran el cumplimiento de altos estándares de calidad. “Estar acreditado es mostrar a la comunidad que el CESA UANDES cumple con las exigencias para dar una atención de excelencia”, asegura el doctor Francisco Rodríguez, director médico del Centro. El gerente del campo clínico, Jorge Landeta, agrega que este logro garantiza que el Ministerio de Salud ha verificado la calidad “mediante el análisis de su estructura física, orgánica y funcional, basándose en la comparación con las normas establecidas por diversas sociedades científicas, distinción que corona un trabajo mancomunado de funcionarios y profesionales, tanto del Centro de Salud como de las distintas unidades de apoyo, facultades y escuelas que participan en este campus”.

Jorge Landeta, gerente; Paz Ordóñez, directora de Salud Mental; Renzo Casanova, director de Odontología, y Francisco Rodríguez, director Médico, conforman el Consejo del CESA.

SELLO UNIVERSITARIO
El CESA juega un rol clave en materia de atención (médica, odontológica y de salud mental), pues brinda cerca de 40 mil consultas médicas y 68 mil prestaciones odontológicas anuales. Un 65% de sus pacientes son beneficiarios del sistema público y acceden a consultas sin costo. El porcentaje restante, en su mayoría, lo hace mediante la modalidad Fonasa Libre Elección.
Este campo docente-asistencial recibe a alumnos de Medicina, Odontología, Psicología y Enfermería, además de estudiantes del Diplomado en Mediación Familiar del Instituto de Ciencias de la Familia, quienes “ponen sus conocimientos, habilidades técnicas y comprensión humana para ayudar a los que sufren”, sostiene el Dr. Rodríguez. A su juicio, la atención se basa “en un trato personal a los enfermos, respetando la dignidad de la persona, cumpliendo y haciendo cumplir los deberes y derechos de los pacientes”. Es el “sello Universidad de los Andes”, acota Jorge Landeta, respecto del ambiente de calidez que se percibe en los pasillos del CESA.

DEMOCRATIZACIÓN DE LA SALUD
Orgullo es el que dicen sentir los profesionales que guían a los alumnos (de pregrado y en especialización) en su paso por el Centro, pues contribuye a ampliar el acceso a la salud. “Nuestros aranceles abren las puertas de acceso a un servicio de calidad en salud bucal a pacientes que no pueden optar por una atención privada por sus altos costos y aportan con prestaciones dentales a un importante segmento de la población, contribuyendo a descongestionar la colapsada salud pública”, resalta el director de Odontología, Dr. Renzo Casanova. “La gran mayoría de los médicos que atendemos en San Bernardo trabajamos en el servicio de Ginecología de la Clínica UANDES, por lo tanto, estamos entregando la misma atención a personas de menores recursos”, comenta el jefe de Ginecología, doctor Manuel Donoso. Según Paz Ordóñez, directora del área de Salud Mental, “muchos pacientes que no tienen acceso a atención especializada pueden recibir tratamiento para sus patologías psiquiátricas y tratamientos psicoterapéuticos. El sello UANDES cobra gran relevancia, pues el vínculo entre paciente y terapeuta es esencial para una adecuada mejoría”, agrega sobre las 4.240 atenciones entregadas durante 2018.

PLANES A FUTURO
– Aumentar el número de investigaciones científicas de las diferentes carreras, con sus correspondientes publicaciones en revistas indexadas.
– Incrementar las actividades de extensión científicas con profesionales de la salud de la comuna y sectores próximos, especialmente en Pediatría y Odontología.
– Desarrollar un centro de atención geriátrica, de acompañamiento y cuidado del paciente mayor de escasos recursos.

Jorge Landeta, gerente del CESA

RECUPERANDO SONRISAS
El CESA ha estado presente en distintas etapas de formación de la odontóloga Camila Mardones. Llegó como estudiante de pregrado, siguió como alumna de postgrado y ahora trabaja en la Unidad de Diagnóstico. Cuenta que la gran mayoría de los pacientes “viene para acceder a una opción de atención más económica y a un plan de tratamiento completo (…) Muchas veces el motivo de consulta es volver a sonreír. Te dicen: –doctora, me da vergüenza hablar–. Entonces, el poder ayudarlos es muy gratificante”.
Igual de motivadora ha sido la experiencia para Tomás Allende, alumno de 5° año de Odontología. “Hay gente que llega esperando muy poco y se da cuenta de que muchos problemas de la vida tienen un origen en la boca, inseguridades como que no pueden sonreír, les cuesta hablar, comer”.

“ME HAN DADO APOYO INCONDICIONAL”
“Soy de las personas que pueden decir que el Centro de San Bernardo es lo mejor que hay”, confiesa Myriam, quien recibe atención odontológica hace más de un año. Es tanto el cariño con el que la tratan, que no la desaniman las dos horas de viaje desde Maipú, por el contrario, “me dan ganas de ir”, cuenta.
“Me han dado un apoyo total, desde la secretaria, hasta los profesores y alumnos que atienden. Siempre me preguntan cómo estoy, cómo me ha ido y cómo me siento”. Destaca que gracias a su labor de excelencia ha podido volver a sonreír con confianza, lo que necesitaba especialmente para tratar con los clientes de su emprendimiento gastronómico.