Formar profesionales con vocación de servicio es inherente al proyecto institucional y muchas veces se ve reflejado en egresados que lideran o participan en las más diversas iniciativas de Responsabilidad Social.
Acababa de egresar cuando, junto a su madre, pusieron en marcha la Fundación Casa Sagrada Familia. Habían encontrado una oportunidad de ponerse al servicio de quienes más lo necesitaban. “Muchos niños que eran trasplantados de médula ósea no tenían dónde quedarse al estar inmunodeprimidos y no poder volver a sus casas”, dice Mónica. Fue así como, con mucho esfuerzo, lograron recibir a 16 menores junto a sus madres.
Hoy cuentan con una casa con capacidad para 31 niños y trabajan en un nuevo proyecto: un recinto para aquellos menores que estén en la etapa final de su vida. “Siento que todavía hay mucho por hacer, tengo la fuerza y sé que hay mucha gente que quiere ayudar. Estoy muy motivada, porque vemos todo lo que se les puede entregar a los niños y lo importante que significa que estén acompañados”.
MÓNICA GANA
Cofundadora de Fundación Casa Sagrada Familia
Administración de Servicios, 2000
CAMILA LORENZINI Y PEDRO ZEGERS
Profesores en Fundación Enseña Chile
Pedagogía Media, 2016, e Ingeniería, 2017
Generar un aporte en el ámbito de la educación es lo que comparten estos egresados, quienes forman parte de un proyecto que ayuda a miles de niños a acceder a educación de calidad. Camila y Pedro actualmente dictan clases en colegios de Enseña Chile, entregando sus conocimientos desde sus respectivas áreas de estudio.
“Decidí ser parte de esto porque me gustaba la idea de trabajar con un grupo de personas de distintas profesiones que estuvieran dispuestas a insertarse en la educación, sobre todo, en los contextos más difíciles”, explica Camila, profesora de Historia en el Colegio Deportivo Municipal de Valdivia, en la Región de Los Ríos.
Pedro, por otro lado, hace clases de matemática y es profesor jefe de un II medio en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, en La Granja. “Siempre quise hacer algo social. Después de reflexionar mucho, me di cuenta que donde podría generar un impacto más grande sería en el área de la educación”.
Desde que estudiaba en el colegio, Gabriela sentía un fuerte llamado por las iniciativas sociales, el cual se mantuvo durante su época universitaria y luego de titularse. Cuando hacía clases en INFOCAP, este llamado encontró su sentido y su vida dio un giro radical. “Al final del curso, uno de mis alumnos se me acercó y me dijo que su vida habría sido muy distinta si hubiera tenido una profesora como yo cuando era niño”.
Desde ese día, Gabriela ha dedicado todas sus energías a trabajar en el ámbito educativo, primero en la Sociedad de San Vicente de Paul, entre 2008 y 2012, y desde 2013 encabezando la gerencia general de la Corporación Educacional Aprender. “Lo que más me gusta de mi trabajo es que sé que lo que hago es un aporte trascendental en la vida de los niños. Con que logre cambiar la vida de uno solo, todo mi esfuerzo ha valido la pena”.
GABRIELA GÓMEZ
Gerenta comercial de Corporación Educacional Aprender
Ingeniería Comercial, 2004
JOSÉ VICENTE LÓPEZ
Miembro de Corporación Entregarte
Psicología, 2013
“Es difícil creer que solo con un par de horas a la semana uno puede generar un impacto tan significativo”, señala José Vicente, quien se integró a la Corporación Entregarte gracias a la invitación de un amigo y de ahí no paró más. Hace cinco años comenzó realizando talleres de teatro a adolescentes en situación de vulnerabilidad del Colegio Protectora de la Infancia, y hace tres es miembro del directorio, con el objetivo de distraerlos del difícil entorno social en el cual viven y apoyarlos en el autoconocimiento y superación de problemas.
“Lo que más me ha gustado y que me llena día a día es escuchar los testimonios que entregan los asistentes al final de los talleres, donde expresan su gratitud y demuestran todo lo que han aprendido. Eso hace que valga la pena el esfuerzo realizado durante el año”, afirma.
Luego de que el Papa Francisco enviara una carta a los chilenos, en la que pedía perdón e invitaba a los laicos a revitalizar la Iglesia, Trinidad y un grupo de amigas comenzaron a movilizarse. Así dieron inicio a la campaña “Todos somos Iglesia”, que busca reunir la mayor cantidad de acciones mediante la adoración al Santísimo, la oración en comunidad y obras de caridad por el prójimo, que varían desde visitar a personas privadas de libertad hasta sonreír cuando se nos hace difícil.
“Nos preguntamos cuál era la Iglesia que queríamos y nos atrevimos a soñar. Hoy podemos decir que estamos presentes desde Arica a la Antártica, pero aún hay mucho trabajo por hacer. Queremos que todos nos conozcan y que se siga expandiendo esa esperanza de una Iglesia mejor”, destaca. Hoy, a más de un año de la carta y de la puesta en marcha de la campaña, el mismo Papa Francisco recibió, en Roma, todo el material y las invitó a continuar siendo protagonistas del cambio.
TRINIDAD CASTRO
Fundadora de Todos somos Iglesia
Ingeniería Comercial, 2003
JOSÉ MANUEL READY
Director ejecutivo de Fundación Integra
Ingeniería Comercial, 2001
Su pasión por el análisis y la gestión social llevaron a José Miguel a continuar sus estudios en Inglaterra, a través de dos máster, uno en Administración Pública y otro en Políticas Sociales. “Siempre quise aportar con mi trabajo al desarrollo del país. Desde que tuve la primera experiencia en el servicio público, me pareció que era el mejor camino para lograrlo. Y sigo pensándolo así”.
Tras desempeñarse por dos años como gerente general del Área Social de la Protectora de la Infancia, en 2018 asumió como director ejecutivo de Fundación Integra, institución que entrega educación parvularia de forma gratuita y de calidad a lo largo de todo Chile. “Todos quienes trabajamos en la Fundación sentimos orgullo de formar parte de una institución privada al servicio de la educación en Chile, y eso se ha logrado plasmar en cada rincón del país”.
Hace seis años, leyendo el diario, Maite se encontró con una carta del entonces capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, titulada “No calles”, en la cual se aludía a todas esas personas que viven en situación de calle. Sintió que debía hacer algo, lo llamó “y me lancé”, recuerda. Comenzó con un taller de mandalas, pero al tiempo se dio cuenta de que cada persona trabajaba sola. Fue cuando recordó los montones de madera que estaban botados en Estación Central.
“La madera la trabajamos en comunidad, la tabla va pasando de mano en mano y se convierte en un producto de todos”, sostiene sobre el taller de trabajo cooperativo integrado por adultos mayores acogidos por el Hogar de Cristo. “Estoy enamorada de los viejos, lo que se vive aquí me permite conectarme con sus vidas. Cada uno de los que está en el taller vuelve a recuperar su identidad, su dignidad y el orgullo de tener un trabajo”.
MAITE ZUBIA
Creadora de Fundación Expreso
Administración de Servicios, 2000