Lo que comenzó con un pequeño grupo de estudiantes de Derecho en el centro de Santiago se transformó en un proyecto universitario encaminado a servir por siglos. Los cuatro rectores que han sido parte de esta historia relatan sus principales logros, desafíos y aspiraciones para la UANDES.
RAÚL BERTELSEN
La puesta en marcha
En la transitada calle General Bustamante 86, en el centro capitalino, la Universidad de los Andes abrió sus puertas por primera vez. Era un lunes 19 de marzo de 1990 y desde temprano un pequeño grupo de estudiantes de Derecho empezaba a ocupar la casona estilo europeo que albergó la primera sede, frente al parque. “Muchas veces pienso cuán cierto es lo que decía San Josemaría: soñad y os quedaréis cortos”, dice Raúl Bertelsen al recordar sus primeros días como rector, 30 años atrás.
Como en todo proyecto que aspira trascender, admite que la puesta en marcha fue intensa. Luego de obtener la aprobación de los estatutos que permitieron fundar oficialmente la Universidad el 8 de septiembre de 1989, “se trabajó arduamente para conseguir la sede y matricular alumnos para una primera generación. Uno a uno, esos desafíos se fueron superando”, cuenta el actual profesor de la Facultad de Derecho y anterior vicerrector por seis años.
Detrás de un desafío, siempre venía otro mayor. La apertura de nuevas carreras exigía contar con un cuerpo de profesores comprometido y de excelencia. Con ese objetivo en mente, al año siguiente de la apertura oficial se crearon el Instituto de Filosofía y la Facultad de Medicina, y se abrieron cinco carreras más antes de que la Universidad se trasladara al actual campus en San Carlos de Apoquindo, en 1995, gracias al aporte de la Asociación de Amigos.
“Para quienes estuvimos en los inicios, profesores, funcionarios y autoridades, este es un sueño hecho realidad”, comenta hoy Raúl Bertelsen al observar cómo ha crecido al pie de los Andes un proyecto que partió con una sola generación en el centro de Santiago, y que hoy tiene miles de graduados y otros miles de estudiantes formándose para servir al país. “Los cambios externos son muchos, pero nunca deben cambiar el espíritu y la ilusión de quienes trabajan en la Universidad. Eso es lo esencial. Y lo visible será lo que hagan las generaciones en las próximas tres décadas. Confío en ellas”, agrega.
ÓSCAR CRISTI
La consolidación del campus
No existe en la historia de las universidades chilenas una que en tan pocos años haya alcanzado los niveles de investigación de alto nivel e impacto que hoy exhibe la UANDES”, plantea Óscar Cristi, actual director general de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, con la perspectiva de haberse desempeñado en otras universidades y empresas durante los últimos 15 años. Ingeniero comercial de formación, en 1990 se convirtió en el primer secretario general de esta casa de estudios, luego fue nombrado administrador general y finalmente asumió el desafío de “tomar el relevo de un rector excepcional, como fue Raúl Bertelsen”.
Durante su período enfrentó la puesta en marcha de nuevas carreras, “algunas muy complejas, como Odontología”; la decisión de que el recién formado ESE Business School se integrara pronto al campus; el diseño y construcción del edificio Biblioteca, “que debía ser el corazón de la Universidad”; la creación de la Ermita y la conformación del fondo de investigación como un endowment, con el objetivo de darle estabilidad a su financiamiento. “La Universidad está llamada a contribuir a una sociedad mejor, expandiendo las fronteras del conocimiento a través de la investigación y su divulgación, y aportando profesionales muy bien formados en sus respectivas disciplinas, capaces de reconocer la especial dignidad de cada persona y convencidos de que en la vida es mejor dar que recibir”, asegura.
Convencido de que estos 30 años son recién el inicio, imagina que la UANDES “continuará con su trayectoria ascendente”. “La Clínica universitaria tendrá un rol gravitante en el país y veo a la Universidad con una posición consolidada en el Consejo de Rectores, aportando con su modelo educativo a otras instituciones de educación superior y al desarrollo de políticas públicas”, comenta. Con todo, siente que “sigue siendo, en lo fundamental, la misma Universidad que conocí en 1989, pero con la madurez y sabiduría que dan los años”.
ORLANDO POBLETE
Una universidad compleja
Hacia fines de 2004, Orlando Poblete se convirtió en el tercer Rector de la UANDES. “La Universidad de entonces, de solo 15 años, era promisoria y concitaba la atención de muchos”, recuerda sentado en su oficina de la Facultad de Derecho, carrera en la que ejercía como decano antes de asumir el desafío de la Rectoría.
Con el proyecto universitario en marcha, su labor se concentró en robustecer los procesos de una institución ya en forma y en potenciar la vinculación con el medio. “Estábamos convencidos de que era hora de mostrarnos más, de salir y participar en concursos científicos, en el Congreso Nacional, en discusiones públicas de relevancia”, dice. En esta línea, fue clave la creación del Consejo de Investigación, compuesto por académicos de prestigio, “el que les dio legitimidad y rigor técnico a las políticas de la Universidad”, sostiene Orlando Poblete.
En esos años, además, el campus fue creciendo, no solo con nuevos programas de pregrado, magíster y doctorado, sino también en infraestructura. Se inauguraron los edificios del ESE Business School, del Reloj y se iniciaron las obras de la Clínica Universidad de los Andes y el edificio Central. “Fueron obras que desarrollaron con fuerza la idea de un campus y generaron identidad”, subraya Orlando Poblete.
A nivel institucional, también encabezó importantes logros, como la primera acreditación en 2007 y luego la de 2013. La UANDES se convirtió así en la primera casa de estudios no tradicional en ser acreditada por la CNA por cinco años en sus cinco áreas. Otro paso clave se dio en 2011, cuando se sumó al proceso de admisión de universidades tradicionales. “¡Un inmenso paso! Quedamos junto a las instituciones universitarias de mayor prestigio”, destaca el profesor.
Ese mismo año, también debutó la primera FEUANDES, mientras que 2013 estuvo marcado por la visita de monseñor Javier Echevarría, entonces Prelado del Opus Dei y Rector Honorario de la UANDES. Su visita la recuerda como uno de los momentos extraordinarios que le correspondió vivir, “con esa inmensa calidez y fuerza espiritual que lo caracterizaron”. La rectoría de Orlando Poblete se extendió por una década y los frutos están a la vista. “En los próximos 30 años, la UANDES seguirá estando entre las universidades chilenas más destacadas y lo logrará haciendo lo que debe: buscando la verdad y mostrándola”, dice
JOSÉ ANTONIO GUZMÁN
Nuevos desafíos para nuevos escenarios
Las universidades no son ni serán iguales que en el pasado. “Hay muchos cambios en el horizonte: culturales, demográficos y tecnológicos, los que plantean nuevos escenarios”, dice el actual Rector José Antonio Guzmán, quien asumió en 2014 con dos grandes inquietudes: cómo disponer a la Universidad para los cambios –tema que trabajó en su tesis doctoral– y servir al país aportando con investigación de alto nivel, para ser parte de los principales debates públicos.
Con esas interrogantes en mente, debió estar en el centro de la compleja discusión en torno a la reforma a la educación superior, con la cual se implementó, entre otras modificaciones, la gratuidad. “Después de un profundo discernimiento, decidimos no adscribirnos por dos razones fundamentales: la incertidumbre sobre la provisión futura de recursos económicos, ya que el Estado tiene una capacidad limitada y eso podía afectar la calidad y la excelencia, y un eventual riesgo a perder autonomía, al depender completamente de las arcas fiscales”, comenta el Rector. A esa decisión se sumó el aumento de becas económicas para apoyar a los estudiantes, porque “nuestro sueño es que nadie se quede fuera de la Universidad por el hecho de no tener recursos para pagarla”, añade.
La puesta en marcha de la Clínica, en el año cuando asumió la Rectoría, también fue ardua, “ya que significaba duplicar el tamaño de la Universidad de un momento a otro. Pero en estos cinco años, el proyecto ha madurado muy bien y estamos muy contentos”, dice. A mediados de 2019, sumó un nuevo logro: la UANDES fue aprobada para integrar el Consejo de Rectores (CRUCh), lo que “muestra que somos parte de una comunidad mayor y que es necesario que las distintas casas de estudio colaboren para aportar al país”, sostiene. “Y queda mucho por hacer. Treinta años es poco para una institución que busca servir por siglos. Quienes trabajamos aquí compartimos una visión de sociedad y queremos difundirla con claridad y certeza, para compartir nuestra mirada con la sociedad chilena”, agrega.